Alberto Quirón ha comprado el ático que no era suyo, pero que disfrutaba Ayuso, que no se sabía si pagaba o no y que, obviamente, será pagado con un dinero que confesó haber defraudador a Hacienda.
Pero luego nos dirá que es un ciudadano particular.
Alberto Quirón ha comprado el ático que no era suyo, pero que disfrutaba Ayuso, que no se sabía si pagaba o no y que, obviamente, será pagado con un dinero que confesó haber defraudador a Hacienda.
Pero luego nos dirá que es un ciudadano particular.
Un ciudadano de lo más particuclar, en efecto.
No replies yet